MICRO automación: la historia de una empresa familiar

Si bien la empresa fue fundada como tal en 1960, la historia de MICRO se remonta a 1923, cuando Adela y Alejandro Ridolfi, dos campesinos de la región italiana de Verona, partieron hacia Argentina. Al poco tiempo de haber llegado a América nació Carlos y luego, en 1928, Higinio (Gino). Alejandro trabajó en una fábrica de quesos e hizo trabajos de albañilería, hasta que finalmente pudo poner su propio negocio: un almacén.
Cuando la situación empezaba a encaminarse, los golpeó la desgracia. El padre de familia falleció a consecuencia de las heridas recibidas durante un asalto en su negocio. Adela quedó sola, una viuda joven en una tierra extraña, con dos chicos pequeños.
En 1933 decidió volver con su familia a Italia. La pareja había emigrado inicialmente a la Argentina para que sus hijos jamás tuvieran que conocer la guerra. Sin embargo, estaban de vuelta en Europa, donde años después empezaría la mayor contienda bélica de la historia. Gino era demasiado joven en esa época, pero Carlos que ya tenía edad para ir al frente, fue reclutado y luchó en los Balcanes.
A pesar de las dificultades, que no fueron pocas, los hermanos pudieron estudiar, cumplieron con el deseo propio y el de su padre y siempre se sintieron agradecidos de haber podido hacerlo. Ambos tuvieron una sólida formación técnica en el prestigioso Instituto Rossi, de la ciudad de Vicenza. Al terminar la guerra, el deseo de un nuevo comienzo y las ansias de progreso los llevaron a regresar a Buenos Aires. Se embarcaron en 1948 y por segunda vez pisaron suelo argentino.

Tras la llegada a la Argentina, se instalaron en la zona de Avellaneda, donde empezaron como técnicos en grandes empresas. Enseguida fueron reconocidos por sus capacidades y conocimientos. Su sueño de inmigrantes era independizarse, tener su proyecto propio. Entonces, compraron un torno y empezaron a producir. Como eran buenos en lo que hacían, los clientes no se hicieron esperar y fueron consiguiendo cada vez mejores oportunidades de trabajo. Así, Carlos renunció a su empleo para dedicarse por completo al nuevo emprendimiento. Gino siguió en su puesto, con cuyo ingreso mantenía a las dos familias.

Este fue el inicio de un largo camino juntos. Ambos estaban casados con las novias que habían conocido en Italia. Carlos con Margarita y Gino con Tosca. Hacia 1960, el crecimiento del negocio entró en una etapa de aceleración y pudieron construir una casa en Villa Domínico. Allí nació MICRO automación como fabricante de tornillos para madera, bajo el nombre “Micromecánica”. Esa primera oficina tenía dos ventanas: una daba hacia la calle; la otra, hacia el patio de la familia.
Al poco tiempo, dejaron de fabricar tornillos y empezaron a producir máquinas. Hicieron una fresadora y una roscadora. Pero el negocio no funcionó. Así que decidieron cambiar de rumbo y brindar trabajo metalmecánico para plantas de envasado. La empresa empezó a marchar exitosamente con clientes de firmas importantes. Sin embargo, para seguir avanzando con su proyecto, se necesitaba fabricar productos con diseño propio y desarrollar el mercado. Fue ese cambio en el concepto del negocio el que convirtió a Micro en una gran compañía.

En los ‘70, MICRO tenía un producto muy bueno y equipos para producir en grandes cantidades, con lo cual estaba lista para explorar nuevos mercados. Con la participación en ferias en América Latina se consiguieron los primeros compradores del exterior. La visión siempre fue convertirse en líderes en automatización neumática en Latinoamérica.
Mientras tanto, en la Argentina, se participaba en la automatización de emblemas de la industria nacional como ALUAR, CNEA e INVAP. Los ‘80 y ‘90 fueron tiempos de profundización de la vocación internacional de MICRO automación. Se invirtió en la calidad de los productos, con homologaciones con normas internacionales, y como los productos responden a las principales normas nacionales, estadounidenses y europeas, lograron entrar en los exigentes mercados de España, Alemania, Italia y Estados Unidos.
MICRO automación figura entre una de las primeras pyme argentinas en certificar las normas ISO 9001 en gestión de la calidad e ISO 14001 en gestión ambiental. Por estas iniciativas, recibió distintos premios, incluido el Premio Nacional a la Calidad.

Actualmente son los hijos y nietos de los fundadores quienes llevan la responsabilidad de seguir adelante con la empresa familiar. Hoy, MICRO es una industria de industrias:

Sus soluciones se utilizan en una gran variedad de rubros, como el alimentario, el automotriz, la fabricación de envases y embalajes, la generación de energía, el papel, la siderurgia, la industria textil, la producción de maquinaria y muchos otros.
Donde sea que haya un movimiento o proceso manufacturero, hay una aplicación de automatización electroneumática. Y allí hay un cliente potencial para esta empresa argentina.