La seguridad electrónica abarca una variedad de tecnologías y prácticas diseñadas para proteger redes, dispositivos y datos contra accesos no autorizados y amenazas maliciosas. Entre los principales riesgos se encuentran el malware, los ataques de phishing, el ransomware y las vulnerabilidades en el software. Estos peligros pueden causar, desde la pérdida de información sensible, hasta graves daños financieros y reputacionales. Ante esto, Mauro Eldritch, de Nerdearla y disertante en Intersec Buenos Aires 2024, mencionó: “La nueva tendencia es cómo el ransomware va dejando de ser un negocio; en cambio, la extorsión de datos es el negocio por lo maleable, es el negocio hoy en día porque permite segmentar los datos y el público, desde las víctimas, hasta el trayecto final de la venta. Esto nos permite ver cómo el mercado criminal va avanzando”.

Para mitigar estos riesgos es esencial implementar una estrategia de ciberseguridad robusta. Además, la educación y formación continua de los empleados en prácticas seguras de manejo de información juegan un papel fundamental en la prevención de incidentes de seguridad. Esto incluye el uso de tecnologías de cifrado para proteger la transmisión de datos, la implementación de firewalls y sistemas de detección de intrusiones, y la realización de auditorías de seguridad regulares. Testear los software constantemente y visualizar posibles formas en las cuales puede ser atacado para prevenir y generar los sistemas preventivos a ello es una necesidad obligatoria actualmente.
Otro aspecto importante es la actualización constante de los sistemas y software para protegerse contra nuevas vulnerabilidades. Las amenazas cibernéticas evolucionan rápidamente, y las defensas deben adaptarse en consecuencia para mantenerse efectivas.

La seguridad electrónica no es solo software y sistemas que puedan emplearse para el “hacer de las cosas” sino que es también la educación que tanto adultos, niños y adolescentes deben tener para evitar estafas y conocer los potenciales riesgos en entornos virtuales. Al respecto, Julio Ernesto López, de Nerdearla, en su charla sobre riesgos reales en entornos virtuales en Intersec Buenos Aires 2024 exclamó: “La presión de hablar sobre estos temas viene desde los fiscales, las víctimas y los padres. Las redes sociales e Internet expandieron el universo y motorizaron economías, pero también hicieron que el perpetrador tenga un alcance más amplio”.
Los entornos virtuales ofrecen oportunidades para la interacción y el aprendizaje, también presentan riesgos significativos en niños, niñas y adolescentes. Uno de los principales es la exposición a amenazas y extorsión. El grooming es cuando un adulto intenta ganarse la confianza de un niño o adolescente para explotarlo sexualmente. Esto puede ocurrir en línea o en persona y suele implicar manipulación emocional. Por lo tanto, es crucial implementar medidas de protección adecuadas y ser consciente de los posibles riesgos a la hora de navegar en entornos virtuales.