En Argentina, para comercializar artefactos eléctricos de baja tensión nacionales o importados, es obligatorio certificar que su uso no presente peligros para los usuarios, exhibiendo la marca que muestran las figuras.
Estos sellos son fundamentales, ya que dan cuenta de que los productos cumplen con los requisitos necesarios para ser considerados seguros.
Sin embargo, con cierta frecuencia se encuentra la preocupante realidad de que muchos productos se venden sin respetar estas normativas, poniendo en riesgo la seguridad y la salud de los consumidores.
¿Cómo puede una institución como IRAM colaborar para minimizar esta circulación? A través de la Cámara de Organismos de Evaluación de la Conformidad (COECRA), el Instituto tiene un acuerdo con uno de los principales sitios de e-commerce para contribuir a eliminar las publicaciones de productos prohibidos o no certificados. Hasta el momento, ya dio de baja más de 2.000 de ellas.

Entre otros, se encuentran cables de aluminio cobreado (también llamados de “alucobre”) que no cumplen con la norma IRAM NM 247-3. Para instalaciones eléctricas, los cables deben ser de cobre, ya que este material es el que solicita la norma. Es muy importante saber que los cables que mezclan cobre y aluminio, utilizados en instalaciones eléctricas, pueden poner en peligro la seguridad personal y familiar.
Asimismo, se encuentran ilegalmente en el mercado caños de agua que, precisamente, no están diseñados ni pensados para instalaciones eléctricas, o caños naranjas destinados a baja tensión y propagadores de la llama (no ignífugos), con todos los riesgos asociados que esto puede conllevar. Para una instalación eléctrica segura, los elementos canalizadores deben cumplir con la norma IRAM 62386.

Ante la necesidad de comprar cualquier producto eléctrico, consultar a un electricista matriculado, quien podrá brindar orientación experta y realizar una selección adecuada. Además, los productos que no incluyen una ficha de alimentación deben ser instalados siempre por un profesional especializado.
No obstante, en el caso de que se esté por adquirir un producto eléctrico, lo primero y principal, es que revisar si tiene una certificación de un organismo reconocido como IRAM. Solo así se tendrá la tranquilidad de que son seguros y funcionarán de manera correcta.

Para contar con el respaldo de IRAM, los artefactos eléctricos y electrónicos deben superar diversos ensayos de descarga eléctrica, temperatura excesiva, radiación, implosión, peligros mecánicos e incendio, entre otros, definidos en normas IRAM o IEC aplicables. Por eso, sus sellos aportarán seguridad y confianza.