Fernando Mazzetti
Diseñador de interiores e iluminación
El mundo del arte en Argentina se ha conmovido con la exposición de Julio Le Parc en el CCK de Buenos Aires. Desde 2012, su última muestra en Malba, que el gran artista no exponía en el país.
Julio Le Parc celebra sus noventa años en plena vigencia y actualidad. La muestra, de 160 piezas, reúne sus creaciones de más de sesenta años relacionado con sus investigaciones con la pintura, escultura y principalmente con la luz.
Luego de recorrer Londres, París, Miami, Brasil y Nueva York llega a Buenos Aires: “Julio Le Parc: Un visionario”. Y sin dudas que lo es. Su producción es enorme, variada y con gran manejo de la luz como herramienta de sus obras. Durante su trayectoria Le Parc abordó la investigación en el campo de la percepción, el movimiento y la luz. Y lo hizo de una manera interactiva con el espectador. Ya no solo como observador pasivo sino como parte integral de sus instalaciones lumínicas. La experimentación de la luz y el movimiento es una constante en su obra. El público participa, en algunas como espectador, en otras, ingresando a la instalación, involucrándose y vivenciando sensorialmente el espacio. Éste cambia, muta, se disuelve y se materializa en interesantes efectos ópticos. Sin duda, la participación inmersiva del espectador es clave para cerrar el juego. Y para abrir todos los sentidos.
Una de las principales ideas de Le Parc es ofrecer al espectador una mirada nueva, inestable, móvil y en permanente cambio. Una ruptura con lo convencional y un acercamiento al concepto dinámico del arte. Para ello, el recurso de la luz es protagonista por excelencia. Al utilizar reflexiones y refracciones de la luz en espejos, aceros inoxidables y acrílicos el espacio se transforma, se recrea y se materializa de manera diversa, curiosa y misteriosamente. Lo interesante además es que utiliza muy pocas fuentes de luz, las necesarias, siempre fijas y ocultas. Nada de derroches, de técnica compleja y recursos costosos: una caja de madera, una lámpara y a veces un pequeño motor. La intangibilidad y magia de la luz aparece.
Muchos artistas, fotógrafos pintores y escultores trabajan con la luz. Pero no todos la dominan. Julio Le Parc entiende la luz. Y emociona con ella.