Permutaciones: fuerza mayor y aprendizaje a causa de COVID-19

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“Solo encontrarás oportunidad en los mayores momentos de contrariedad, obstáculos y problemas”. Albert Einstein
Por solidaridad y amparado en la figura jurídica de fuerza mayor, un electricista asumió, bajo riesgo calculado, la responsabilidad de dar instrucciones a distancia para restablecer el servicio en un domicilio donde el disparo del interruptor diferencial privaba del uso de la heladera, principal elemento de supervivencia durante la cuarentena (alimentos, medicamentos).
A pesar de las deficiencias de conectividad agravadas por la crisis, pudo comprobar por enlace telefónico con video que, contrariando la reglamentación vigente, la instalación solo contaba con un circuito en vez de dos o más, lo que habría simplificado la aislación de la avería mediante el sencillo expediente de dejar provisoriamente fuera de servicio el circuito responsable de los disparos del interruptor diferencial.
Un electricista asumió, bajo riesgo calculado, la responsabilidad de dar instrucciones a distancia para restablecer el servicio en un domicilio donde se disparó del interruptor diferencial.
Entonces, con lenguaje claro, preciso y contundente, ordenó “desenchufar” todas y cada una de las fichas conectadas a cada toma. Al constatar la persistencia del disparo, dispuso a continuación llevar todos los interruptores de efecto a la posición desconectado, maniobra cuyo idéntico resultado le permitió diagnosticar una avería interna en la instalación.
A esta altura la heladera empezaba a descongelarse, por lo que asumió el riesgo de permutar la salida del interruptor diferencial, esta vez con resultado aparentemente exitoso. Pero al enchufar la heladera, el interruptor diferencial volvió a disparar: la inversión de polaridad reveló una falla de aislación en el artefacto que ya derramaba un poco de agua, por lo que dispuso, como última chance, la permutación de los conductores activos en la ficha de la heladera, logrando así el restablecimiento del servicio.
Procedió, por último, a ordenar la colocación de carteles de advertencia tanto en el interruptor diferencial como en la heladera, comprometiéndose a restablecer las condiciones originales y adecuar reglamentariamente la instalación intervenida no bien el estado de excepción fuese levantado.
Permutaciones
La permutación de vivo por neutro en la instalación reveló en la heladera una avería de aislación.
Conclusiones
  1. El método de eliminación permitió constatar que la avería era inherente al único circuito.
  2. La permutación a la salida del interruptor diferencial arrojó como resultado que el vivo, ahora convertido provisoriamente en neutro, no disparaba el interruptor diferencial, ya sea porque la diferencia de potencial del neutro contra tierra era pequeña y/o porque la de por sí variable resistencia de avería en función de dicha diferencia de potencial no alcanzaba a permitir una corriente diferencial de fuga suficiente para el disparo.
  3. Pero la permutación de vivo por neutro en la instalación reveló en la heladera una avería de aislación similar a la descrita en 2, cuyos efectos sobre el interruptor diferencial fueron disimulados al permutar los conductores en su ficha.
  4. Estas maniobras de riesgo calculado debilitaron la seguridad de la instalación y de la heladera, debiendo procederse al restablecimiento reglamentario una vez extinguida la condición de fuerza mayor impuesta por circunstancias excepcionales.
Las instrucciones a distancia tropiezan con el lenguaje: por ejemplo, el estado de un interruptor (¡nada menos!) suele distinguirse por pares de palabras tales como abierto-cerrado, entre otras, con el agravante de que en hidráulica el estado de una válvula por sus efectos se expresa exactamente al revés: cerrada-abierta.
Observaciones
  1. Las instrucciones a distancia tropiezan con el lenguaje: por ejemplo, el estado de un interruptor (¡nada menos!) suele distinguirse por pares de palabras tales como abierto-cerrado, desconectado-conectado, afuera-adentro, no-sí, off-on, verde-rojo, palanca abajo-palanca arriba, etcétera, con el agravante de que en hidráulica el estado de una válvula por sus efectos se expresa exactamente al revés: cerrada-abierta.
  2. A su vez, algunos interruptores de efecto carecen de indicación posicional visible, afectando la seguridad, por ejemplo, cuando se cambia una lámpara, lo que dificulta la localización de una avería como ocurrió en nuestro caso.
  3. Y tanto los interruptores diferenciales como los pequeños interruptores automáticos operan correctamente cualesquiera sea el sentido de la carga, por lo que no siempre su entrada es por arriba y su salida por abajo, careciéndose en general de la advertencia reglamentaria correspondiente destinada a evitar accidentes especialmente cuando se opera bajo presión.
  4. Las permutaciones perturban el funcionamiento del interruptor diferencial porque la débil y variable corriente de fuga del ahora neutro se suma vectorialmente a la corriente de disparo modificando la sensibilidad del sistema de manera que el interruptor diferencial puede “ver” magnificada una avería o desconocer un contacto directo; mientras que en un artefacto con envolvente metálica, el vivo que en reposo llegaba solo al contacto fijo de su interruptor unipolar de entrada, ahora con la permutación electrifica todos los componentes hasta el contacto móvil de dicho interruptor.
Recomendación: una vez superada la crisis: corregir de inmediato las acciones antirreglamentarias en las que pudiese haberse incurrido amparado en la figura de fuerza mayor.
Recomendaciones
  1. Durante la crisis: señalar visiblemente las particularidades débiles de la instalación provisoriamente intervenida.
  2. Una vez superada la crisis: corregir de inmediato las acciones antirreglamentarias en las que pudiese haberse incurrido amparado en la figura de fuerza mayor, agregando ese circuito faltante aunque sea para alimentar solamente un toma exterior ubicado al lado del tablero. Siempre habrá una prolongación para la emergencia.
  3. Insistir en el agregado de más circuitos: ninguna reglamentación prohíbe aumentarlos por encima de la cantidad mínima establecida. Tener en cuenta que el principal obstáculo es la falsa economía de no prever espacio de reserva en los gabinetes.
  4. Aprovechar la sensibilidad que la crisis ha provocado en el cliente a favor del cumplimiento de las normas para perfeccionar las instalaciones existentes, hasta que las autoridades asuman su responsabilidad mediante inspecciones periódicas y obligatorias.

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