Algunos comentarios sobre las condiciones de las redes de distribución en el AMBA.
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), castigada por un crecimiento desmesurado de barrios cerrados entramados con otros llamados “populares”, ambos privados de algunos servicios salvo del eléctrico, entraña para el trabajo del instalador electricista riesgos ocultos que esta nota intentará ejemplificar basada en los siguientes puntos:
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) [...] entraña para el trabajo del instalador electricista riesgos ocultos
- La inserción de un sistema aéreo propio de instalaciones rurales (bajas potencias distribuidas a lo largo de grandes extensiones) que sirven a concentraciones urbanas con altas densidades de carga eléctrica. Esta contradicción se hace evidente también en el hecho de que se encuentran calles precarias bordeadas de zanjas orladas de modernos automóviles embarrados estacionados a su vera.
- Utilización caótica de las estructuras de la red eléctrica pública para soportar instalaciones ajenas, por ejemplo, teléfonos “de línea” convertidos primero a fibra óptica y transformados luego al sistema celular (“chipeados”), pero sin que se hubieran retirado las instalaciones antiguas, que quedan literalmente colgadas; o coaxiales de televisión por cable (CATV) de diversas empresas que también compiten entre ellas y abandonan sus instalaciones mostrencas o bien las dejan como depósito de “cablerío” de bajo costo guardado en la vía pública.
- La degradación de los postes de eucalipto creosotado emplazados en la década del 90 en reemplazo de los postes tipo palmera putrescibles en su interior. Asimismo, la inmensa tarea de SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires) de reemplazar sus líneas aéreas de baja tensión (la inmensa mayoría de cobre) por preensamblados de aluminio con aislación muy especial, dejó servida la estructura de soporte de los tendidos aéreos suburbanos de CATV que sucedieron inmediatamente.
Utilización caótica de las estructuras de la red eléctrica pública para soportar instalaciones ajenas
Los puntos mencionados arrojan advertencias en lo que hace a seguridad en el trabajo del electricista instalador que, eventualmente, tenga que vérselas con este estado de cosas. Por ejemplo:
- a) El incremento en la potencia de los transformadores de distribución (ya se están colgando en las plataformas de hormigón hasta 800 KVA cuando originariamente habían sido diseñadas para un máximo de 315): esto aumenta los niveles de cortocircuito, es decir del daño que potencialmente es capaz de causar dicho incidente.
- b) “Sorpresas” como inocentes “cablecitos” que inesperadamente “traen corriente”, por lo que se hace necesario el empleo de hidroelevadores con barquilla aislante, aunque sea para encarar trabajos ínfimos, tanto más cuanto los postes se vuelven inescalables debido a que otros ya se ocuparon de colgarles borneras, amplificadores, baterías y rollos de cable.
- c) Puestas a tierra poco confiables, como lo delatan las fotos de este artículo.
Se hace necesario el empleo de hidroelevadores con barquilla aislante, aunque sea para encarar trabajos ínfimos
Cabe aclarar que las consideraciones apuntadas en esta nota van siendo también cada vez más aplicables al área de la Ciudad de Buenos Aires, habida cuenta de que a pesar de la reiterada construcción de veredas que contienen ductos para los cableados CATV y telefónicos, el espacio aéreo sigue siendo impunemente invadido.
Fenómeno similar se verifica en los antiguos cascos urbanos de los municipios del AMBA cuyas redes originarias de distribución de energía eléctrica fueron, al igual que en la Capital Federal, construidas de modo subterráneo desde un comienzo.
Fenómeno similar se verifica en los antiguos cascos urbanos de los municipios del AMBA cuyas redes originarias de distribución de energía eléctrica fueron, al igual que en la Capital Federal, construidas de modo subterráneo desde un comienzo.
Por Luis Miravalles
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