Argentina se encuentra en un proceso de transición de gobiernos en donde los cambios invaden las tapas de los diarios, pero también la rutina cotidiana de cientos y miles de familias. Entre algunas de las nuevas disposiciones, se aprobó el cambio en la tarifa de energía eléctrica, afectando especialmente a quienes viven en la ciudad de Buenos Aires y la provincia homónima, donde los consumidores pagaban alrededor de siete veces por debajo de lo que abonaba un consumidor en la ciudad de Santa Fe (solo por dar un ejemplo).
La reestructuración de tarifas fue anunciada por el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, quien comunicó además que esta medida de subas en el precio del consumo eléctrico no será transmitida a gran parte de la población de bajos recursos, como lo son los beneficiarios de Asignación Universal por Hijo (AUH), jubilados con ingresos menores a los ocho mil pesos, y aquellas personas que estén cobrando seguro de desempleo. Pero para el resto de la población, la medida es realmente importante.
Para quienes habitan la ciudad capital, el precio será de un quinientos por ciento más de lo que habitualmente se paga, y por tal motivo la medida se acompañó de un nuevo sistema de desdoble de la factura bimestral por una de lectura bimestral y pago mensual. En Gran Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, el aumento será del doscientos por ciento aproximadamente.
El motivo de las subas en el precio al consumo energético
Las subas corresponden a establecer una igualdad de precios en todo el país, quitando los subsidios al consumo que llevaban de las arcas del Estado cifras millonarias, y que actualmente serán eliminados. Este sistema de regular equitativamente los precios de la energía eléctrica en todo el país se reflejará en la provincia de Buenos Aires hasta el mes de abril, luego el precio de este servicio bajará, pero no volverá fácilmente al precio que antes se mantenía.
Para resumir un poco la novedad, podríamos decir que si en diciembre o noviembre su factura de energía fue por un total de $100 (cien pesos) y usted vive en la ciudad de Buenos Aires, pasará a pagar $500 (quinientos pesos) divididos en dos meses, o $250 (doscientos cincuenta pesos) por mes, hasta el mes de abril, donde el valor del servicio descenderá nuevamente. Si vive en gran Buenos Aires, o en el interior de la provincia, su última factura de 2015 se duplicará y deberá pagarla en dos meses.
Consejos para disminuir el consumo
Pero de nada sirve lamentarnos, y es por eso que a continuación damos algunos consejos sobre cómo disminuir el consumo energético en el hogar: Los cargadores de teléfonos y computadoras o de otros artefactos deben ser desconectados, siempre, después de uso.
Por la noche, antes de irnos a dormir, apagar todos los dispositivos: no dejar computadoras en ahorro de energía, ni televisores en stand by (que no quede ninguna luz prendida).
Apagar las luces después del uso y “no dejarlas encendidas por la posibilidad de que la volveremos a usar rápidamente”.
Revisar pérdidas de energía en las instalaciones con un profesional capacitado.
Pero además, hay algunas pequeñas cosas extras que podemos hacer que nos permitirán obtener un buen grado de ahorro en nuestro consumo energético sin disminuir el uso habitual que hacemos de nuestros aparatos eléctricos.
El primer consejo tiene que ver con la instalación de lámparas de iluminación de led en toda la casa. Las luminarias led tienen un gran rendimiento y confiabilidad, incluso si las comparamos con las lámparas tradicionales. Además, se adaptan a prácticamente cualquier estilo de diseño de interiores. Debido a su gran porcentaje de eficacia en el consumo energético, el usuario logrará una tasa de ahorro considerable, y lo mejor de todo, sin resignar calidad en la iluminación de su casa.
También tenemos por allí algunos dispositivos de última generación. Por ejemplo, podemos considerar la opción de los llamados “detectores de presencia”. Se trata de dispositivos que mantienen un nivel de iluminación que el usuario prefija con anterioridad, la base lumínica, por así decir, también con tecnología led, lo cual puede amplificar sus posibilidades de ahorro.
Otra buena opción es instalar interruptores de luminosidad en ambientes donde no siempre es necesaria la misma frecuencia lumínica, también llamados “interruptores crepusculares”. Algunos de ellos vienen con sensores integrados que detectan de forma continua el grado de iluminación natural del ambiente en el que estén instalados, lo cual les permite ajustar la intensidad lumínica, por ejemplo, en un dormitorio con la ventana abierta durante el día. Si bien estos artefactos requieren algún tipo de gasto para adquirirlos e instalarlos, podemos pensarlos como un tipo de inversión que se traducirá en una buena cantidad de ahorro a corto, mediano y largo plazo.
Como vemos, existen muchas formas en las que podemos reducir los gastos en nuestra factura de luz. Desde luego, no es necesario aplicarlas en su totalidad para obtener grandes resultados. El cambio, en cualquier caso, puede ser progresivo, rediseñando el perfil eléctrico en la iluminación de cada ambiente. A todo esto hay que sumarle una fuerte toma de conciencia de parte del usuario. Al ahorrar en nuestro consumo de energía no solo estamos reduciendo los costos mensuales en electricidad sino que ayudamos a que la red de suministro no colapse, casi siempre, en los momentos más inapropiados. El consumo responsable es también una forma de educar a nuestros hijos como ciudadanos. |