Institución | Normas, ¿para qué?

IRAM
Instituto Argentino de Normalización

Si bien las normas están presentes en la mayoría de las actividades que realizan los consumidores, suele desconocerse cuál es el alcance de estos documentos técnicos. Entonces, ¿qué son exactamente las normas? Son acuerdos que contienen especificaciones técnicas u otros criterios precisos para ser usadas como reglas, guías, o definiciones de características, que aseguren que los materiales, productos, procesos y servicios cumplen con su propósito.
Cada vez que alguien enciende una computadora, usa un secador de pelo o calienta la comida en un microondas, se moviliza una serie de acontecimientos que son invisibles para el usuario, pero que resultan indispensables para que cada uno de estos artefactos cumpla con su función. Precisamente, tales sucesos, aparentemente instantáneos, están gobernados por reglas y especificaciones que ayudan a los fabricantes a diseñar productos seguros y que funcionan como se espera, una y otra vez.
Cabe destacar que las normas son elaboradas en el marco de un proceso abierto que posibilita a todos los sectores, incluyendo a los consumidores, expresar su visión y que sea tenida en cuenta. El principio de consenso constituye así uno de los pilares en los que se basa la normalización y ello asegura su imparcialidad y efectividad.
De esta manera, las normas internacionales aportan numerosos beneficios tanto a los consumidores como a las empresas y gobiernos.

Beneficios para los consumidores

La normalización permite que los consumidores tengan confianza en la calidad y desempeño de los productos y servicios que consumen ya que si responden a normas son un sinónimo de calidad, seguridad o compatibilidad. Gracias a ello, por ejemplo, la tarjeta de crédito puede ser ingresada y reconocida sin inconvenientes en cualquier cajero automático del mundo. Las normas se aplican también a la seguridad vial, la seguridad de los juguetes y el embalaje seguro de productos médicos, entre muchos otros.
A su vez, para garantizar que los beneficios de las normas sean lo suficientemente amplios, IRAM respalda el involucramiento de los consumidores en la tarea de normalización a través de su comité de Consumidores.

Beneficios para las empresas

Las normas constituyen instrumentos y lineamientos estratégicos para ayudar a las empresas a afrontar los desafíos más exigentes. Aseguran que las operaciones empresariales sean lo más eficientes posible, aumentan la productividad y colaboran en el acceso a nuevos mercados. Además, permiten reducir costos a través de sistemas y procesos mejorados; incrementar la satisfacción del cliente mediante la mejora de la seguridad, la calidad y los procesos; y reducir el impacto en el medioambiente.
Las empresas necesitan las normas para vender sus productos donde deseen. Las normas internacionales contienen toda la información necesaria sobre las diferencias entre los países individuales a los que desearían exportar.

Beneficios para los gobiernos

Basadas en la experiencia internacional, las normas constituyen una fuente vital para los gobiernos en el desarrollo de políticas públicas. En ese sentido, les permite emplearlas para respaldar tales políticas incluyendo opiniones de expertos sin tener la necesidad de solicitar sus servicios en forma directa. A su vez, al ser adoptadas por muchos gobiernos e integradas en los reglamentos nacionales, se asegura que los requisitos para la importación y la exportación sean los mismos en todo el mundo, y desde luego esto facilita el movimiento de bienes, servicios y tecnología entre los países.

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