La empresa francesa New Wind ha desarrollado pequeños aerogeneradores en forma de árbol, que aprovechan las pequeñas brisas de aire que circula por las ciudades para alimentar farolas o viviendas. El nuevo desarrollo se denomina “L’abre à vent” (viento del árbol), mide tres metros de alto y por su forma se puede intercalar entre los demás árboles de la ciudad sin afectar el paisaje urbano. Las hojas de estos aerogeneradores se llaman “Arolaf”. Estas pequeñas turbinas eólicas, totalmente autónomas, conforman un tronco de acero que se acopla y funciona en red local de manera muy silenciosa. Aprovechan la brisa más leve que haya, pues su capacidad de generación opera desde vientos inferiores a dos metros por segundo. Según sus cálculos, el inventor (Jerome Michaud-Lariviere, también fundador de la empresa que los fabrica) dice que pueden llegar a operar 280 días al año, y estima que su invento ya genera aproximadamente cinco kilowatts (5 kW). Estas turbinas verticales son pequeñas y de forma cónica, pero generan la electricidad suficiente como para iluminar más de diez farolas; la electricidad que necesita un automóvil eléctrico, que le permite recorrer aproximadamente quince mil kilómetros; como así también generar el 85 por ciento de la potencia eléctrica promedio de una vivienda en Francia. El autor también informa que con un solo árbol, se evita la emisión de 3,2 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que lo convierte en un aliado al medioambiente. La primera aplicación del proyecto se llevó a cabo a fines del año 2015 en la Place de la Concorde, en París (Francia). Hoy, ya se encuentran trabajando no solo en Francia, sino también en Alemania y Suiza, con resultados totalmente satisfactorios, son países a la vanguardia de la renovación tecnológica amigable con el medioambiente y cuyos resultados exitosos vale la pena conocer. |