Por Prof. Luis Miravalles
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Redes aéreas precariasResumen de lo publicado: el investigador privado rama eléctrica Shearlock Homes, con la invalorable ayuda de su amigo el Dr. Kilowattson, esclarecieron en el capítulo 1 un caso de exceso de consumo domiciliario, pero no pudieron resolver en el segundo capítulo una penalización por bajo factor de potencia. Veremos a continuación otra aventura tan real como las anteriores. Capítulo 3: La islaLos apuntes de Homes consignan lo siguiente: “Datos iniciales obtenidos vía telefónica: pequeña planta industrial, el cliente acusa baja tensión e interrupciones del suministro y solicita asesoramiento para instalar un grupo electrógeno (GE). El cliente no envió las copias que se les solicitasen, a saber: el plano de la instalación, los reclamos eventualmente formulados, las facturas de electricidad, aunque acerca de esto último pude con engaños averiguar que se encontraba en Tarifa 1 (la más barata pero hasta 10 kW de demanda máxima simultánea). Estrategia adoptada: a) Investigar la red de la distribuidora para evaluar la gravedad del problema, lo que permitiría considerar o no desde un punto de vista económico y de seguridad y continuidad de servicio, recomendar la posibilidad de un GE para soportar la totalidad de la carga, o bien solo una parte (servicios esenciales; b) Investigar la instalación interna existente en la planta industrial para evaluar los costos de su eventual adaptación para subdividir los circuitos conforme a sus prioridades con miras a rediseñarla según los principios de la arquitectura circuital racional (ACR)”.
Subida subterráneo-aérea y detalle del barrio a una cuadra de la autopistaTrabajo de Campo: todo muy lindo, dijo Homes acerca de sus teorías, hasta que cuando arribó no sin dificultad en colectivo al barrio, al atravesar un largo puente sobre la autopista a nivel que lo cercaba lateralmente, empezó a ver (y a fotografiar) que allí las redes eléctricas eran aéreas (foto 1), en vez de subterráneas como sí ocurría en los alrededores. Según la información recogida, la red era subterránea, pero como a causa de una autopista a nivel la zona convertida ahora en marginal se volvió a su vez inundable, la distribuidora no tuvo más remedio que transformar su red de subterránea en aérea, alimentándola con una subida invulnerable a la inundación (ver fotos) constituyendo de tal manera sendas islas a uno y otro lado del poste de subida del cable existente. Detalle de la subidaPudo así Homes evaluar como gravísima la condición de la precaria red de la distribuidora porque al precarizarse a su vez el entorno (intrusos, "okupas", "colgados") las cargas distribuidas crecieron no solo por el aumento demográfico sino también por la gratuidad que induce al derroche, con el agravante de que la carga concentrada más significativa era la de la industria en cuestión, por ende principal responsable de la inestabilidad del suministro e inhabilitada para reclamar toda vez que habiendo contratado Tarifa 1 (la más barata) las mediciones demostraban que su demanda máxima sostenida estaba en el doble del máximo admitido para dicha tarifa. "¿Cómo hago ahora para explicarle a este cliente tan ahorrativo que la energía del GE le iba a salir el triple? (y que, además, debía racionalizar su instalación (ACR) para mejor aprovechar el GE solo sobre circuitos esenciales, todo ello sin comprometer la seguridad)". Estas cavilaciones técnico-comerciales de Homes fueron interrumpidas por un amenazante grupo de vecinos: "¿Qué andás sacando fotos, quién te mandó?, ¡seguro el de la fabriquita nueva!". Ahí nomás comprendió Homes que mejor se tomaba el colectivo de vuelta. Nota del editor: esta historia continuará en la próxima edición |
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